El cielo y sus estrellas

El Cielo asomaba sus estrellas

Por un momento, ante su sonrisa, antes tan segura y constante, de pronto esquiva y cortante, el cielo asomaba sus estrellas

No sabía cuándo volvería a esconderlas, si era tan frágil eso como los vuelos de las mariposas, si era tan frágil en ella como los vuelos de las mariposas, porque saber sabía que el cielo no escondía sus estrellas tan fácilmente

Pero así era para ella y así era desde el principio de los tiempos en que su sonrisa llegó a su vida

Segura y constante nunca pensó que podría perderla hasta que la vida le mostró que nada es seguro y constante, ni siquiera su propia respiración, pero en todo caso eso era lo que tenía de seguro si de seguridades se hablaba

La vida le mostró que hasta el mayor apoyo podía caerse, y quién la levantaría entonces si no el cielo y sus estrellas, que ella no llegaba a ver porque se escondían ante sus ojos

El problema siempre fue de sus ojos

El problema siempre estuvo en su corazón

La vida pasa a cada momento y es igual: lo que quieras hacer en este momento, las ganas que le quieras echar

Pero ella no sabía cómo hacerlo

Se sentía, era, muy pequeña, y soñaba con que esa sonrisa llegara y le diera la mano sin mano, sólo mostrándose ante ella, segura y constante, recordándole que la vida es bella, que es, lo que quieras hacer en este momento, para así ella tener ganas de hacer algo

Por qué no podía ver las estrellas? Somos tan frágiles, tan dependientes del exterior, tan interconectados que si los corazones dejan de latir nos derrumbamos?

Sea como sea ella lo intenta, pero no ve camino

Se proyecta hacia adelante y por más que lo intenta, no consigue ver un cielo sin esa sonrisa

No le hace sentido

No es cielo, es otra cosa, en el cielo está su sonrisa y ella no lo puede esquivar

No puede dejar de ser quien es y tampoco puede hacer a la sonrisa sonreír por su voluntad

Está parada, observando, o mejor dicho, buceando en su propia noche

Está esperando que el cielo se despeje pero de verdad

Ella no sabe hacerlo sin su sonrisa y una pena muy grande invade todo su cuerpo

La pena de no poder eludir su soledad y su gran falta

Una falta que no se puede sustituir con otra cosa: es un espacio vacío que le pertenece

Mira al cielo y ve como por un momento asoma las estrellas… Pero está tan cansada de buscarlas y no hallarlas que casi no las aprecia porque no sabe cuánto durarán

Cuando la pena se apodera del alma ya no hay antídoto

Ni siquiera una sonrisa tiene ese poder

El encuentro con su cielo negro y sin estrellas, que conocía bien pues siempre la acompañó, pero que ante su sonrisa parecía haber quedado lejos, como de otra vida… pero no, era su vida, y solo ella podía afinar sus ojos a las estrellas que en algún lugar seguían brillando a pesar de los pesares.

Solo ella, y eso la estremeció, porque no se sentía capaz, y en realidad no lo era, porque nadie es una isla en el mundo, y así sin camino se fue a dormir

Una noche más, una noche menos, cuando el pasado no tiene solución y dificulta un presente que no muestra futuro

Entendió lo que son las cargas en el corazón y los ojos tristes que caminan por la vida

Mirar al horizonte y encontrar de nuevo ese dolor que no se va

Que la acompañaría siempre, a partir de ahora, y con esa certeza se fue a dormir

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