“Anoche volví a soñar con el tigre”, le dijo a su reflejo en el espejo, el único con quien hablaba últimamente. Hacía varias semanas que soñaba repetitivamente con un tigre enorme de bengala. Ya se había acostumbrado a él, pero esta noche fue diferente: le lanzó una penetrante mirada desde lejos, pero él lo sintió más cerca que nunca.
Salió apresuradamente para su trabajo mientras le daba vueltas a esa impresión. Sin darse cuenta empezó a sofocarse y gotas de sudor corrieron por su frente.
“¿Por qué apareces tanto en mis sueños?”, escuchó en su cabeza mientras le empezaba a faltar el aire y, sin saber cómo, estaba seguro de que era el tigre quien le hablaba.
Miró a su alrededor pero parecía muy lejano de aquella realidad, de aquella gente… Nadie parecía percatarse tampoco de él ni de su ahogo. Vio un banco a unos cinco metros de donde se hallaba y se dispuso a alcanzarlo, cuando su cabeza giró a la derecha y sus ojos se posaron sobre un gran espejo al otro lado de un escaparate cualquiera. El espejo no le dejó retirar la vista de sí: rápidamente, desde el fondo del paisaje reflejado, apareció corriendo hacia él el tigre de sus sueños, mirándole fijamente a los ojos. Ante esa imponente imagen clavada en sus pupilas, pudo sentir el alma de la lucha, el honor del enfrentamiento que precede a una muerte, y en un momento los sudores y escalofríos lo abandonaron completamente.
Lo esperaba con toda la ferocidad de su espíritu, cuando un rugido magnánimo salió de su garganta justo antes de que el tigre saliera del espejo (¿o se había introducido él?) y su carrera terminara en una fusión superpuesta de los cuerpos que no dejó nada tras de sí, más que una explosión invisible que como gota en el océano se mezclara con el aire y desapareciera. Algunos ojos despiertos pudieron ver cómo en el espacio donde antes se hallara el soñador y el soñado, indistintamente, volaban unas diminutas cenizas encendidas que caían al suelo y no dejaban huella. Lo que nadie pudo ver, sin embargo, fue el gigante volcán que apareció en la lejanía del espejo derramando lava negra y comiendo todo a su paso, guardándose el secreto, pues solo duró un instante.
Hola Sofia: excelente trabajo!! espero estes bien!!
ya en recuperacion!! sigue escribiendo me gusta!!